En la actualidad, 2018, la Comarca de Cuencas Mineras está ejecutando un Proyecto de restauración de vestigios de la Guerra Civil. En periodo de inventario
La restauración se está haciendo en el patrimonio existente en las localidades de Vivel del Río, Martín del Río, Rudilla y Las Parras de Martín. En los vestigios se restauran trincheras, parapetos y nidos de ametralladoras.
El Proyecto consiste en la recuperación de los vestigios de la Guerra Civil más importantes o aquellos que se encuentran en una mejor situación de accesibilidad para ser visitados.
Se van a realizar labores de desbroce, limpieza y reconstrucción de aquellos vestigios más trascendentes.
La comarca minera permaneció fiel a la Republica, haciéndose fuerte frente a los nacionales, La duración prolongada de este frente, hizo que algunas fortificaciones se reforzaran con hormigón y carriles de tren o con cantos rodados y hormigón en otras ocasiones, perdurando hasta nuestros días por la solidez de algunas de estas construcciones, además existen gran cantidad de trincheras excavadas en tierra, parapetos construidos con piedra seca o polvorines donde guardaban la munición.
Cuevas de Almudén
Loma de Sant Just
La sierra de San Just, en la que estaba ubicado el puesto de mando de la 19ª División republicana, fue un importante punto defensivo que resistió durante días, junto con otras posiciones de la zona de Montalbán y Utrillas, el avance de la 84ª División franquista. Posteriormente, en abril, la sierra de San Just, accidente natural que se había constituido como línea de frente, volvería a ser escenario del inicio del avance del Cuerpo de Ejército de Castilla hacia el Maestrazgo Junto a la Ermita de Sant Just en las laderas de El Cerro, una línea de trincheras, hay muchos restos a pesar de que se ha removido bastante el terreno por la concentración parcelaria
Escucha
Puntal de la Hortiruela
Las defensas de esta zona están distribuidas en varias líneas sucesivas de trincheras que se extienden de norte a sur. La primera de ellas, recorre de forma continua una longitud de 500 metros, con puestos de resistencia ocasionales reforzados con numerosos pozos de tirador y zonas de vida. Este esquema se repite en las otras líneas .
La zona de Montalbán-Utrillas-Escucha y Cuencas Mineras fue, en general, uno de los puntos que, por su tradición obrera, se mantuvieron fieles a la República con el levantamiento de julio de 1936. Pronto llegaron a la zona columnas como la CarodFerrer, Almansa (Peñalver), Aguado y Maciá-Companys. La zona permaneció como segunda línea y retaguardia hasta marzo de 1938, cuando tuvieron que hacer frente a la potente ofensiva franquista. La zona de los alrededores de Valdeconejos, en la que se enmarca esta posición, resistió ferozmente durante varios días los ataques de la 83ª y 84ª divisiones franquistas.
Huesa del Común
En la localidad de Rudilla, pedanía de Huesa del Común, la restauración de los vestigios se hace en cuatro nidos de ametralladoras de hormigón que fue realizado por el Ejército Republicano.
Los Morrones-Altos de Rudilla
Una extensión de un kilómetro se extienden de oeste a este varias líneas de trinchera y parapetos, que conectan entre sí varias construcciones en hormigón. La conservación de todo el conjunto es desigual, alternando zonas bastante afectadas con otras en estado aceptable. Se conservan un total de tres nidos de ametralladora construidos en cemento. Dos de ellos conservan inscripciones que los identifican como el “Parapeto de la Metralla” (“9-2-38, Parapeto la Metralla del 583 Bon 146 brigada mixta”) y el “Parapeto de la Muerte” (“Juan Muñoz, Narciso Legua. Los camaradas del 583 Batallón de la Compañía de ametralladoras 2ª sección 3ª maquina. Brigada de Juan Simón. Parapeto la muerte”). 500 metros al este de estos nidos se conserva una posición con trinchera perimetral, con restos de un puesto de mando y zonas de vida.
Las posiciones de Rudilla formaban línea de vanguardia enfrentadas a las franquistas de Fonfría. El 9 de marzo de 1938 fue uno de los puntos en donde inició el avance franquista de la batalla de Aragón, recibiendo la 146ª Brigada el ataque del CTV italiano, a la vez que el Cuerpo de Ejército de Galicia lo hacía por el sector Vivel- Montalbán o la División de Caballería de Monasterio por la zona de Monforte de Moyuela.
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Martín del Río
En el municipio de Martín del Río la actuación de restauración se lleva, en dos nidos de ametralladoras, en un tramo de trincheras y una posición de mortero. “Falta el polvorín”, indicaron.
La Matilla
La posición está compuesta por tres sectores fortificados que ocupan varias de las alturas del entorno. Todas ellas cuentan con trazados en sentido norte-sur, de al menos 100 metros de desarrollo. En dos de las posiciones destacan sus construcciones en cemento. En la actual Cota 964, se conservan escasos restos de un nido de ametralladora que controlaba con tiro directo la carretera. 400 metros al este, en una loma cercana de mayor altitud, se conserva, en mucho mejor estado, otro nido de ametralladora observatorio que ha perdido su cubierta pero que, en cambio, conserva perfectamente sus paramentos con troneras para tiro-observación construidos en cantos reforzados con cemento.
Desde el inicio de la guerra, la Columna Maciá-Companys fue la que se encargó de las operaciones de la zona, siendo relevada a partir de mayo de 1937 por la 132ª Brigada de la 30ª División. Las posiciones de defensa republicanas de Martín del Río (La Matilla, Miralbueno, Cota 950 y Cota 961) se ubicaron ocupando las alturas que bordeaban la carretera, enfrentadas a las franquistas de Vivel, especialmente el Pico del Águila. Durante la Batalla de Aragón en marzo de 1938, Martín del Río fue punto de resistencia para el avance de la 83ª División franquista.
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Mezquita de Jarque
Ermita de San Bartolomé
En las paredes de la ermita se conservan algunos grafitis.
Utrillas
En Las Parras de Martín, barrio rural de Utrillas, tiene unos parapetos hechos por el Ejército de la República en un lugar con unas vistas espectaculares.
Vivel del Río Martín
Se trabaja en la restauración de fortificaciones del Ejército Nacional, un refugio, una posición antitanque y dos nidos de ametralladoras. También se trabaja en dos posiciones en el cruce de Armillas con nidos de ametralladoras de hormigón. Vivel del Río cuenta en total con cinco estructuras de hormigón y una extensa red de trincheras.
Alto del Cementerio Viejo
La loma que domina la población, en donde se situaba el cementerio, fue fortificada, al constituir un punto estratégico de control sobre Martín del Río y sobre los accesos hacia Segura de Baños. En una zona bastante alterada se conservan, en el extremo este de la parte más alta del cerro, los restos de varias fortificaciones. Destaca una gran construcción en cantos, ladrillo y cemento que engloba un nido de ametralladora con troneras en varias direcciones y que conserva parte de la cubierta en hormigón, una zona de pasillo y otro espacio de servicio. Del fortín parten varias líneas de trinchera prácticamente perdidas que conectan con los restos de los que debieron ser otros nidos de ametralladora que cubrían otras direcciones. De ellos quedan escasos restos: partes de muros, improntas de cimiento y suelos de cemento.
El sector de Vivel del Río y Martín del Río era de gran importancia para el núcleo gubernamental de Utrillas y las Cuencas Mineras, al ser enlace de comunicación con Teruel a través del Alfambra y la vía de penetración natural hacia las posiciones nacionales del valle del Jiloca. Vivel, junto con la posición de la Venta del Diablo, muy disputada a inicios de 1937, había sido posición avanzada republicana hasta el inicio de marzo de 1937, cuando fue conquistada en una ofensiva de ampliación de líneas franquistas. Desde ese momento, Vivel quedó en vanguardia, por lo que muchos de los altos situados hacia Martín del Río, republicano, fueron fortificados (Hoya Oceca, Los Majuelos, La Rocha y principalmente el Cabezo del Águila).
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El Trapecio-Cabezo de la Cañada
El Trapecio era una de las posiciones más fuertemente fortificadas de la zona, contando con numerosos refugios y triple línea de alambrada. En la actualidad, estos potentes elementos se conservan sólo parcialmente, apareciendo cubiertos por una potente capa vegetal. A pesar de ella, puede distinguirse un recinto atrincherado de una extensión mínima de 500 metros, con una posible zona de observatorio y puesto de mando en la zona más elevada del extremo suroeste, cimientos de estructuras de hormigón, y sobre todo, un nido de ametralladora. Este nido, que ha perdido su cubierta, se sitúa en la cara este del cerro, a media ladera, construido en cantos reforzados con cemento. En la parte frontal se abren tres grandes aspilleras escalonadas. Las paredes interiores conservan inscripciones realizadas por las tropas franquistas en las que puede leerse: “Viva España”, “Viva el ejército (es)pa(ñ)ol 1937” o “Muera Azaña”. A pesar de que la posición ya estaba fortificada bajo control republicano, los restos visibles en la actualidad posiblemente deban de ser identificados con acciones de re-fortificación franquistas.
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