Aguilar del Alfambra

Se construiría una pista de aterrizaje, que fue escasamente empleada. El mando republicano decidió construir un aeródromo en la partida de Villallano, donde aún quedan los restos de una edificación construida para dar servicio a la instalación. El camino a Jorcas que va desde San Antonio hasta la ermita de Santa Catalina se ensanchó para dar cabida a camiones de gran tonelaje. Tanto dicha ermita como la del Santo Cristo perdieron su uso religioso para convertirse en almacenes. Junto al templo se localizan los restos del antiguo aeródromo construido durante la Guerra Civil para el Ejército del Aire de la República consistentes en la pista de aterrizaje y despegue, un edificio auxiliar y subterráneos periféricos. La pista fue utilizada durante años posteriores como gravera, por lo que queda un gran hueco.

Aldehuela

Fortificación en la línea republicana que seguirá siendo un puesto de avanzadilla en la defensa de Teruel por su lugar estratégico, emplazándose unos kilómetros por delante en la parte sur de la línea Castralvo – Villaspesa. Formó parte de la línea republicana que se dirigía hacia Teruel en 1937 desde la que salió la 40 División. Posteriormente fue conquistada por las tropas franquistas en los primeros días de julio de 1938, teniendo lugar unos fuertes combates con gran número de bajas en ambos ejércitos, siendo preludio de la ofensiva hacia Levante.

Nido de Ametralladoras.

Nido de ametralladoras de hormigón armado, con tres mirillas orientadas hacia la ciudad de Teruel ,que sirvió en 1937, de búnker y de fortín a la 40 División republicana. Lugar en el que posteriormente se libraron fuertes combates en 1938.Se localiza en la entrada del pueblo siguiendo el camino que lleva al cementerio. Tomaremos el sendero que aparece a la izquierda. Se sitúa sobre la cara norte de la loma de la Ermita de Santa Bárbara.

Alfambra

La zona de Alfambra, permaneció como segunda línea de enlace entre las Cuencas Mineras y el frente de Teruel entre 1936 y 1937. Alcanzó protagonismo militar en febrero de 1938, cuando se desarrolló la Batalla del Alfambra. El riesgo por los avances franquistas y el incremento de la intensidad de los bombardeos, hicieron que el ejército republicano mandara construir un refugio.
La amenaza para los franquistas de las posiciones republicanas en Sierra Palomera, quedó neutralizada definitivamente en febrero de 1938 con la Batalla del Alfambra. La mañana del día 5 de febrero de 1938 empieza el ataque, consiguiendo los nacionales el triunfo en solo tres jornadas, sin embargo, la previsión del Alto Mando calculaba que fuera en diez. La victoria se consigue en condiciones meteorológicas desfavorables (nieve, hielo y frío). El éxito se debió a la gran carga de caballería llevada a cabo por unos 3.000 jinetes.

Trincheras.

Quedan restos de posiciones de artillería, trincheras y parapetos tanto del ejército republicano como del ejército sublevado en laderas enfrentadas. Partiendo de Alfambra, atravesaremos su polígono y tomaremos el camino que sube hacia las lomas. Continuaremos hasta un campo de encinas, donde aparcaremos. Seguiremos a pie y las encontraremos al final del monte que queda a la izquierda. Frente al cementerio, también se conservan los restos de una estructura que se usó como refugio.

Encontraremos unos parapetos realizados con la técnica de piedra seca y algunas líneas de trinchera, organizadas en pequeñas posiciones sobre zócalos de piedra caliza, que se encuentran en los altos. Por parte sublevada, destacan los restos de una posición artillera y por parte
republicana, se conservan una serie de posiciones defendidas por la 39 División. Se destaca la situada en el monte de “El Capón”, compuesta por una extensa red de trincheras de más de 1.000 metros Además, en el mismo municipio se conservan los restos de una gran estructura rectangular de hormigón de unos 100 m2, que se utilizó como refugio, puesto de mando y polvorín. Se encuentra a la salida de la población por la TE-V-1008, frente al cementerio, a 50 metros al norte de la carretera.

Argente

El 5 de febrero de 1938, el Cuerpo del Ejército Marroquí del general Yagüe rompió el frente en Portalrubio, llegando hasta Cervera del Rincón, Pancrudo y Corbatón; a la vez que el Cuerpo del Ejército de Galicia atacaba desde Celadas en dirección a Alfambra y la 5ª División, tomó el frente por Rubielos de la Cérida en dirección a Argente. El día 6 de febrero la caballería del General Monasterio protagonizó, partiendo de Argente hacia Perales de Alfambra, la última carga exitosa de caballería de la historia contemporánea. Las defensas republicanas, formadas por las brigadas 61, 82, 151 y 59 fueron tomadas consiguiendo el impulso definitivo para finalizar la Batalla de Teruel.

Trincheras Serretilla – Mascarón.

Frente continuo de varias líneas de trinchera de más de 4 kilómetros, con un mínimo de 16 asentamientos en dirección Oeste-Este. Principal punto de resistencia republicana a las posiciones nacionales de Rubielos de la Cérida y Bueña. Se puede acceder a pie por el sendero Serretilla – Mascarón, las encontraremos dentro de este recorrido. También en vehículo (4×4) desde el pueblo, por el camino que va a la Fuente Vieja tras recorrer unos 6 km.

Existen dos formas de acceder a estos restos, la primera siguiendo el Sendero del Alto de la Serretilla – Barranco de Mascarón, puesto que dentro del recorrido están incluidas las trincheras y la segunda realizando la misma ruta pero en sentido contrario y en vehículo (4×4), desde el pueblo de Argente en dirección a la Fuente Vieja, después de recorrer unos 6 Km., se llega al Alto de la Serretilla.

Camañas

Camañas va acondicionar este año, 2018, una zona de trincheras y un refugio antiaéreo. Los vestigios de la Guerra Civil de Camañas están cerca de la mina de manganeso y se encuentran sin acondicionar, así como su acceso y además sin señalizar. Ejecutándose el proyecto.

Camarillas

Trincheras en la cresta de la loma donde esta el castillo, desde esta posición se podía controlar el acceso a la población por la carretera de Aliaga.

El Campillo

En toda la zona de El Campillo se libraron duros combates en las ofensivas y contraofensivas de ambos bandos. A finales de diciembre de 1937 estaba defendida por la 81ª Brigada republicana. El 22 de diciembre las fuerzas de la 82ª División franquista, al mando del General Varela, iniciaron una ofensiva desde Cella y Villarquemado con el objeto de romper el cerco de Teruel. Después de duros bombardeos y combates, el día 30 fueron tomadas todas las posiciones defensivas que rodeaban El Campillo, permitiendo a las tropas de Varela penetrar hasta las posiciones de la Muela de Teruel, poniendo en peligro el dominio republicano de la ciudad. Trincheras excavadas en la roca con aspilleras para fusileros, que pertenecieron al ejercito republicano y al ejército sublevado. La pérdida de esta posición propició la llegada de los soldados sublevados a la Muela de Teruel.

A medio camino entre El Campillo y Bezas, dejando a la izquierda la carretera de Rubiales, pasada la curva, cogeremos el primer camino a la izquierda. Continuaremos hasta un cruce donde dejaremos el coche y cogeremos una pequeña senda que nos llevará a ésta posición

Punto de Observación Este observatorio daría información y dirigiría a las baterías para que disparasen. Se habla del uso de baterías fantasma, una estrategia militar que consistía en ir trasladando los cañones para aparentar que existían más piezas de artillería de las que verdaderamente había. Desde esta localización, se controlaban las posiciones republicanas existentes. Aquí se situaba la persona que dirigía los disparos con prismáticos e iba facilitando coordenadas y dirigiendo las ofensivas,
así como ordenando el traslado de las baterías de un lugar a otro. En la vaguada se ven unas pilastras que estarían tapadas con ramas para camuflar los cañones situados debajo. Al punto de observación se accede desde el pueblo tomando la calle del Pozo, después se sigue el camino hacia la izquierda que nos lleva al pinar de repoblación, y una vez allí se puede observar en el cortafuegos.

Otro vestigio de este lugar es el Aljibe. Vinculado a la intendencia del ejército franquista porque suministraba agua a las tropas de la zona. Está compuesto por una zona de captación subterránea de forma rectangular, construida en ladrillo trabado con cemento y una zona de servicio protegida por tres paredes de hormigón. En el remate rectangular se conservan, prácticamente ilegible, restos de inscripciones con pintura negra.
El aljibe se encuentra justo al pasar el pueblo de El Campillo en dirección a Bezas, se toma el segundo camino a la izquierda en dirección a la balsa de los Agrimales, que cuenta con una señal visible desde la carretera.

Cascante del Río

En Cascante del Río se encuentran dos fortines de iguales características al nido de ametralladora antes mencionado, por lo que debieron ser construidos por la misma unidad de fortificaciones en momentos similares. La accesibilidad a ellos es complicada.

Castralvo (actualmente pertenece al Municipio de Teruel)

Parapeto de la Muerte.
Este conjunto de fortificaciones, en el que destacan varios refugios y nidos de ametralladora, se encontraba a escasa distancia de las líneas republicanas, una línea de trincheras reforzadas con parapetos de piedra, en la que las milicias confederales de la Columna de Hierro, procedentes de Valencia, se habían instalado tras los sucesos ocurridos en La Puebla de Valverde en el verano de 1936, renunciando a la toma de Teruel. En el cerro contiguo se levantaron otras trincheras y una pequeña obra defensiva reforzada con un muro en el que se abrieron varias aspilleras para el fuego de la fusilería.
El resto del conjunto, muy deteriorado, lo forma una red de zanjas que se extiende en dirección a Teruel y un buen número de rudimentarios refugios para la tropa, las más de las veces, agujeros excavados sobre el terreno y reforzados con paredes de piedra extraída del lugar.
La proximidad de las líneas y el continuo intercambio de disparos hacían merecedor a esta posición del nombre de Parapeto de la Muerte.

Vértice Castellar.
La posición del Castellar, que llegó a ser portada de la publicación italiana IL MATTINO ILLUSTRATO, fue uno de los puntos fuertes de la línea que defendía Teruel en diciembre de 1937. Su forma de herradura servía de protección a los refugios que se extendían por su ladera, en los que reposaban los soldados. En la parte alta, frente a las posiciones republicanas del Puerto de Escandón, se había trazado una trinchera desde la que era fácil repeler cualquier intento de asaltar aquellas alturas, más allá de que ya de por sí era difícil de tomar ascendiendo por sus laderas escarpadas.
En algún punto de la trinchera todavía quedan restos de alguna cueva, pero el estado de estas posiciones también es de un deterioro generalizado, como suele ocurrir con las fortificaciones excavadas en la tierra que luego eran colmatadas con sacos terreros o pequeños parapetos de piedra. En la parte posterior, protegidas de las vistas y del fuego enemigo, se construyeron refugios en los que se alojaba la pequeña guarnición que defendía esta cota.

40°18’19.6″N 1°03’59.8″W

Caudé

Caudé existió una importante posición de observatorio de las tropas nacionales en su ofensiva sobre Teruel. Su protagonismo llegó el 17 de enero de 1938, porque fue uno de los puntos desde donde se coordinó el enorme bombardeo realizado por 400 piezas de artillería.

Celadas

Celadas fue una de las localidades cercanas a Teruel, que más sufrió el envite de los dos ejércitos, al encontrarse en primerísima línea de fuego. Se formó una línea con una cierta continuidad guardada por la 22 Brigada Mixta. La ofensiva republicana de 1936 y el ataque de abril de 1937 indican el protagonismo de este pueblo.
Fue población cercana a las líneas de frente de Cerro Gordo, Altos de Celadas o Muletón, siendo un punto disputado y escenario de fuertes combates, como fueron los sucedidos en Abril de 1937 durante la Segunda Batalla de Teruel.

Frente Santa Bárbara.

La posición más importante de su entorno fue la de la Ermita de Santa Bárbara. Importante punto estratégico que le hacía controlar un amplio territorio donde se desarrollaban las operaciones militares. Pronto fue ocupado como observatorio por la 22 Brigada de Galán y puesto principal durante la ofensiva de Diciembre de 1937. Actualmente, los vestigios conservados junto a la ermita no presentan un buen estado de conservación, producto de los potentes bombardeos que recibió, además del paso del tiempo.

Destaca un refugio subterráneo excavado en la roca con dos accesos, bordeado por una línea de trincheras. Esta posición pertenecía al bando Nacional. Se conserva el texto realizado con piedras “VIVA ESPAÑA”, cuya finalidad era que desde el aire se les diferenciara del bando republicano situado enfrente, en el Cerro de San Cristóbal. Partimos desde el Ayuntamiento, giramos por el primer desvío a la derecha, de nuevo a la derecha y seguimos el camino que se dirige a la Ermita Santa Bárbara.

Para acceder a las trincheras y el refugio de la ermita de Santa Bárbara (donde se situaban las tropas nacionales), partiremos desde el Ayuntamiento, girando por el primer camino a la derecha, de nuevo a la derecha y continuaremos por el camino que se dirige a dicha ermita.
Para llegar hasta la ermita de San Cristóbal (donde se situaban las tropas republicanas), se ha de tomar la carretera en dirección a Alfambra, por el primer camino a la derecha y el segundo a la izquierda. Desde aquí se puede observar el pueblo, la carretera de Teruel y la de Alfambra y, enfrente, la ermita de Santa Bárbara. Apenas quedan restos de esta posición, ya que las trincheras fueron tapadas cuando se reconstruyó la ermita.

Concud (actualmente pertenece al municipio de Teruel)

La cota 1.149 forma parte del largo espolón procedente de Cerro Gordo, aunque, a diferencia del resto de alturas, ésta se encuentra aislada por el profundo Barranco del Monte. Como todas estas cotas, formaba parte de la línea sublevada que defendía Teruel, a pesar de que estaba débilmente guarnecida por el motivo expuesto, concentrándose el grueso de efectivos en las posiciones situadas al otro lado del barranco.
Sobre el pequeño promontorio que desciende hacia la carretera de Celadas y que se enfrenta al punto más alto de la línea republicana previa a la batalla, apenas se distinguen algunas trincheras de escasa entidad y, en su entorno, algún emplazamiento artillero para piezas de montaña de pequeño calibre.
En su parte posterior, la ladera se convierte en una profunda pendiente que desciende hacia el barranco, y en ella levantaron sus precarios refugios muchos soldados nacionales que intervendrían en el decisivo asalto sobre las fortificaciones republicanas a mediados de enero de 1938.

40°24’59.8″N 1°08’15.6″W

Corbalán

Durante los últimos días de la batalla de Teruel se vivieron los acontecimientos más relevantes de este lugar. Defendido por la 67 División (constituida en tierra de Ciudad Real en agosto de 1937) fue objeto del ataque del Cuerpo del Ejército de Galicia con cinco divisiones. El día 22 de febrero de 1938, coincidiendo con la entrada en la ciudad de las primeras tropas nacionales se produjo un nuevo ataque contra el monte la Torana. Este acabó en desbandada no influyendo en el resultado final de la batalla.

Búnker Alto de la Torana.

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Este monte formaba parte de una línea republicana, con trincheras a diferentes niveles, una casamata y refugios excavados en la piedra. Uno de ellos, el más profundo, pudo albergar el mando de la unidad republicana.
El acceso al bunker se debe realizar con precaución puesto que la altura es reducida. La altura interior de la construcción también es baja.

En el Alto de la Torana podemos encontrar trincheras a diferentes niveles, refugios y un búnker de planta circular con gruesas paredes de hormigón encofrado, una puerta posterior y una amplia mirilla. Está bien conservado y se puede acceder a su interior.

En el kilómetro 7´600 de la carretera A-226, en dirección a Cantavieja, encontraremos un camino a la derecha que deberemos coger y en la misma entrada donde aparcaremos el coche. Continuaremos a pie por el camino de la derecha y al finalizar el mismo encontraremos una fortificación muy bien conservada, una casamata de planta circular con gruesas paredes de hormigón reforzadas con varilla de hierro con una puerta posterior y una amplia mirilla que domina la carretera.

Trincheras Cabigordo.

No se tienen muchos datos sobre ellas, pero podrían formar parte de la línea defensiva que se encargaría de defender las posiciones que se encontraban a mayor altura.

Trincheras recuperadas con piedra y cemento, que pudieron formar parte de la línea defensiva, encargada de defender las posiciones que estaban a mayor altura. Se encuentran señalizadas en el sendero del Alto Cabigorgo. Al sendero se llega desde Corbalán por el camino que va a la Fuente Redonda.

El Cuervo

La Ermita de San Pedro, sirvió de almacén y como refugio a soldados y gente evacuada de lugares próximos al frente de Teruel. En los años sesenta, el Ayuntamiento vendió la ermita a un particular.

Cuevas Labradas

El taller de empleo forestal Castelfrío de Escorihuela, está llevando a cabo en el 2018 la limpieza de dos vestigios de la guerra civil.

Escorihuela

El taller de empleo forestal Castelfrío de Escorihuela, está llevando a cabo en el 2018 la limpieza de dos vestigios de la guerra civil.

Paralejos

El taller de empleo forestal Castelfrío de Escorihuela, está llevando a cabo en el 2018 la limpieza de dos vestigios de la guerra civil.

El Pobo

Después de la agrupación definitiva de Teruel y la contienda del Alfambra, el avance se extendió hacia la Sierra, con motivo de la ofensiva hacia Valencia, donde el bando republicano se había hecho fuerte con la llamada “Línea Aliaga- Jorcas”.
Ante las imponentes alturas de la zona, se decidió un bombardeo masivo a las zonas destacadas del banco republicano, el que tampoco contaba con infraestructuras suficientes para aguantar estos ataques. Solamente las condiciones climáticas impedían el bombardeo de Castelfrío, ya que el Pobo había sido conquistado poco tiempo atrás. Las contiendas en la zona se acabaron el 11 de mayo, después de 9 días de bombardeo masivo con más de 5.000 cañonazos.

Fortificaciones Castelfrío.
Se aprecia un asentamiento con observa-torios, un búnker y líneas de trincheras que fueron defendidas por la 28 División del ejército republicano. Formaba parte del sistema defensivo ante el avance nacional hacia el Levante. Hubo arduos combates en los que se llegaron a lanzar más de 5.000 bombas. Situadas en la cima del monte Castelfrío, alrededor de las antenas. Se accede por el camino que encontramos desde la carretera TE-V-8001 dirección a El Pobo. En el Km 1.61 hay una construcción en forma de cruz llamado “Caseto de los Cuatro Vientos”, que dejaremos a la derecha y accedemos al camino del Monte de Castelfrío, fácilmente identificable por tener unas antenas repetidoras en su cumbre.

De ellas destaca el búnker, también construido en piedra seca, pero consolidado con cemento y cerrado por una losa de hormigón. Reforzando este punto se localiza una línea de trinchera al norte que protegía el flanco más débil.

Refugios Hoyalta.
En la zona del monte de Hoyalta, encontramos una gran cantidad de construcciones con la técnica piedra seca. Enfocado hacia el Valle del Alfambra, observamos una línea de trinchera que acaban en una construcción de hormigón totalmente derruido, pudiéndose apreciar su planta. También se pueden vislumbrar parapetos dirigidos hacia Castelfrío y hacia la falda de la montaña. En la cara opuesta, se pueden ver restos que podrían servir de resguardo y descanso a los combatientes en esta contienda.
Dirección al cementerio, tomamos el primer camino a la derecha; en el primer cruce también a la derecha, en dirección a una caseta de cazadores, que dejamos a la derecha. En el siguiente cruce elegimos de nuevo el camino de la derecha y en el último cruce torcemos a la izquierda, siguiendo hasta llegar a la cumbre, donde podremos aparcar con facilidad.

San Blas

Los parajes conocidos como Carrascalejo, Las Pedrizas, Los Morrones o Cerro de Monterde, situados entre San Blas y El Campillo, fueron escenarios de duros combates entre los dos Ejércitos contendientes, en particular la Meseta de las Pedrizas, cota de 1.128 metros que se encuentra en el lado derecho de la carretera subiendo hacia El Campillo.
A escasos cien metros de la calzada se levanta un campamento en el que destaca una vivienda de dos pisos, hundida en la actualidad, rodeada de numerosas chabolas situadas a ambos lados del camino, algunas de ellas simples pozos excavados sobre el terreno, y de un aljibe.
En este lugar se habría instalado una centuria de Falange para servir de reserva inmediata a las tropas que guarnecían el sector y fortalecer las posiciones ante un posible ataque procedente de la serranía de Albarracín. En los barrancos próximos es fácil encontrar otros asentamientos más precarios improvisados en función de los movimientos seguidos por las tropas durante la batalla.

40°20’16.6″N 1°12’24.5″W

Santa Eulalia

Campo de concentración de prisioneros en Santa Eulalia. Aún pueden apreciarse el conjunto de celdas a cada lado del pasillo. La casa de los guardias está totalmente en ruinas. Hasta pocos años fue paridera de ganado.

Teruel

Trincheras
La Muela de Teruel refleja, tal vez como ningún otro escenario, la épica y el sufrimiento de una batalla librada en las más adversas condiciones climatológicas. Con sus posiciones defensivas desde el comienzo de la contienda, la Muela sería conquistada por los republicanos en su ataque de diciembre de 1937, para ser nuevamente recuperada por las fuerzas del general Varela en los últimos días de ese año y, recobrada parcialmente por los gubernamentales en el primer día del año 1938, quedando como un frente estabilizado hasta los últimos días de la batalla, aunque nunca exento de combates.
De las muchas trincheras que se abrieron sobre la planicie de la Muela, sólo se conservan las que fueron construidas en las proximidades del vértice geodésico, dando vistas hacia San Blas, con algún refugio, parapeto o cueva muy deteriorados. En algún otro punto distante, con vistas a la antigua carretera de Tarancón o al Carburo, queda el testimonio de alguna trinchera enterrada.

40°20’03.2″N 1°09’36.5″W

Las viñas carcel
El sector de las Viñas y cementerio de Teruel fue otro de los lugares más disputados desde el inicio de la guerra civil. En la cornisa que se alza sobre el centro penitenciario, frente a la Muela y dominando la antigua carretera de Zaragoza y el cauce del Turia, se había construido una línea defensiva en dirección norte desde la que podía batirse una posible incursión procedente del valle del río Alfambra.
De aquella línea queda como testigo solitario una fortificación con gruesas paredes de hormigón destinado a observatorio o como ocasional puesto de tirador.
Más allá, próximo al cementerio de Teruel y al repetidor que se alza sobre la carretera de Alcañiz, todavía se conserva un nido de ametralladoras de piedra y cemento con un amplio campo de tiro sobre la carretera de Cantavieja. Posiciones más destacadas en estas disputadas alturas, ninguna de estas fortificaciones conserva su cubierta.
No muy lejos de allí, en una finca particular se alza un monumento que recuerda la concesión de la medalla Laureada Colectiva a los defensores de este sector en diciembre de 1936.

40°20’56.1″N 1°06’58.7″W

Tormón

Terminada la Guerra Civil española, miles de hombres y mujeres republicanos se vieron obligados a huir y esconderse en las zonas más inhóspitas de nuestra geografía. De aquí, el arraigo del Maquis en Teruel, por ser una zona con idónea orografía para ello.
La vida en los campamentos era monótona, consistía en leer y discutir textos de autores comunistas, reflexionar sobre cuestiones políticas, capacitación técnica para la lucha armada, preparación de operaciones militares, conocimientos sobre topografía, etc. Los guerrilleros viejos, heridos o enfermos realizaban tareas de intendencia, como lavar y cocinar, y el resto, las guardias, conseguir comida o acarrear agua, etc.

Campamento Escuela del Rodeno.
Fue creado por la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón, siendo sede de su Estado Mayor y escuela de guerrilleros. Su emplazamiento permitía una vigilancia y defensa ventajosas, a la vez que facilitaba la huída rápida.
Se pueden observar los diferentes espacios empleados por los guerrilleros como escuela dedicada a la instrucción de los guerrilleros (conocimientos políticos, tácticos, sanitarios, cultura general), manejo de armas, fabricación de explosivos. La cocina localizada en un punto estratégico para evitar el humo. Y las zonas de descanso y cuidados de enfermos, zonas de entrada, vigilancia y vías de escape.
Fue atacado por la Guardia Civil y unidades regulares franquistas del ejército el 20 de Diciembre de 1947, donde se encontraron una máquina multicopista, una máquina de escribir, varios paquetes de cuartillas, material de propaganda y víveres. Uno de los guerrilleros que estuvo aquí relataba que la causa del ataque, pudo deberse a la revelación de un pastor, que siguió el rastro de unas ovejas que habían sido robadas
En este momento comienza el declive de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón, cuyo fatal desenlace sería a finales de 1949 con el asalto a Cerro Moreno, en Santa Cruz de Moya.
El campamento ha sido recuperado y señalizado mediante paneles interpretativos por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, con el programa Amarga Memoria.

Torrelacárcel

Torrelacárcel formó parte del sistema defensivo franquista que seguía el curso del río Jiloca desde Calamocha hasta Teruel, siguiendo la carretera que comunica con Zaragoza y enfrentándose a las líneas republicanas de Argente, Aguatón y Sierra Palomera. Era el paso principal hacia la zona republicana. Esta importante zona de comunicación fue convenientemente vigilada y protegida gracias a este conjunto de fortificaciones.
Los búnkeres de Los Casetos están formados por dos refugios y dos nidos de ametralladoras dispuestos en cremallera y construidos en hormigón. Han sido restaurados en septiembre de 2108.

Fortines.

El conjunto se compone de dos refugios y dos nidos de ametralladora dispuestos en cremallera y construidos en hormigón. Su conservación es excelente aunque parte de los interiores está enterrado. Accederemos a ellos desde la calle Medio del pueblo, continuaremos por la misma y nos desviaremos por un camino a la izquierda, volvemos a girar a la izquierda y al finalizar el mismo encontraremos los cuatro.

Búnker Cabezo Alto.
La construcción, de planta rectangular, tiene dos estancias, una formada por un pasillo en el que se abren 9 mirillas como puestos de tirador y otra que debió de ser utilizada como refugio y zona de descanso para los combatientes. A su alrededor, se encuentran restos de cuatro construcciones desde las que se pueden divisar amplias zonas, siendo importantes puntos estratégicos. Además, rodeando estos restos, aparecen líneas de trinchera que servirían para proteger la posición.

Fortines.
El conjunto se compone de dos refugios y dos nidos de ametralladora, construidos en hormigón y dispuestos en cremallera. Su conservación es excelente aunque parte de los interiores está enterrado. Este conjunto de fortines están catalogados como Bienes de Interés Cultural.
Accederemos a ellos desde la Calle Medio del pueblo, continuaremos por la misma y nos desviaremos por un camino a la izquierda, volvemos a girar a la izquierda y al finalizar el mismo encontraremos los cuatro fortines.
¨LOS CASETOS DE CEMENTO¨: Son cuatro bunkeres que protegen la carretera Teruel-Zaragoza. Son de hormigón y están en buen estado de conservación. Están en el camino de los Santos de la Piedra, en el pequeño muro de piedras y tierra que evita que las avenidas de las tormentas que lleva la rambla lleguen al pueblo. Son unos habitáculos de cemento con puertas de entrada y aberturas para cañones y fusiles (arpilleras), que fueron utilizados por la Legión Cóndor.

En cada barrio se acondicionó un REFUGIO SUBTERRANEO para los habitantes del pueblo. De estos refugios se conserva uno en el subsuelo de una finca urbana, que linda con la calle La Talega de 40 metros de largo, con entradas al principio y al final. Está a unos 2 metros del suelo y estaba protegido por un metro de mallacán (¨pizarra¨en la localidad)y una pared de metro y medio de alta de piedras que cercaba la finca. En la actualidad se puede acceder a este refugio por una entrada que existe en dicha finca.
También es testigo de la Guerra LA LAPIDA DEL ALEMAN (situada cerca de ¨Los casetos de cemento¨) que indica el lugar donde falleció un soldado alemán por evitar que una bomba les explotara a unos niños del pueblo. En la lápida se lee ¨Aquí cayó por la libertad de España el 12-2-38 nuestro camarada LUDWIG OTTZEN¨.

Como consecuencia de la Guerra algunas PARIDERAS fueron destruidas y la mayoría no fueron reconstruidas, pudiendo contemplarse algunas ruinas en la actualidad.

También se puede contemplar todavía los efectos de un CAÑONAZO, es decir de un proyectil lanzado por un cañón, en la pared este de la Iglesia, que no logró perforarla.
Trinchera Cabezo Alto.

Tortajada

El Muletón formaba parte de la línea republicana que descendía desde el Alto de las Celadas y había sido fortificado desde los primeros meses de la guerra, fortificación que había alcanzado su plenitud en el verano de 1937, contando con una trinchera continuada en toda la ladera que daba vistas a Teruel. Al resguarde de los parapetos, los soldados que guarnecían aquella cumbre habían excavado cuevas para refugiarse. Más arriba, sobre la planicie, se conservan algunas posiciones aisladas y la huella evidente de las explosiones de proyectiles y bombas de aviación caídos a mediados de enero de 1938.
En la parte posterior, hacia el barranco de las Gilochas, se conservan los restos de un puesto de mando y un aljibe, con la inscripción grabada sobre el cemento de la unidad que ocupaba la posición antes de la batalla de Teruel: “1ª Compañía, 84 Brigada Mixta, 1º Batallón, Agosto 1937”. Una vez más, nos encontramos con el testimonio de esta unidad, a la que sería encomendada la toma de la ciudad cuatro meses más tarde.

40°23’44.4″N 1°06’48.7″W

Valdecebro

Campo de aviación

Pista. Camino perimetral y pista.

Alto la Torana.
La militarización de las columnas de milicias, que habían llegado hasta las proximidades de Teruel en el verano de 1936 a través de la Sierra del Pobo y del valle del Alfambra, daría lugar a un avance y consolidación de las líneas republicanas. Apoyada en las alturas de El Tocón, El Chopo y el Alto de la Torana, esta línea tendría su punto más fuerte en esta última cota, precisamente por donde pasa la carretera de Cantavieja. Entre las fortificaciones destacan dos nidos de ametralladora que batían la antigua calzada, uno de ellos desaparecido con motivo de las obras del nuevo trazado, aunque todavía pueden apreciarse sus restos.
El otro nido, de sólida factura, se conserva en perfecto estado y en su interior puede distinguirse el entramado de varillas de hierro que daban consistencia al conjunto. Más allá se extiende una línea paralela de trincheras, entre las que destaca un refugio con paredes de hormigón y otro excavado a gran profundidad, que serviría como puesto de mando de aquel sector. A contrapendiente, los consabidos refugios para la tropa.
40°23’23.8″N 1°02’05.1″W

El Mansueto es un promontorio que protegía el acceso a Teruel desde el sureste, dominando la carretera de Cantavieja, el pueblo de Valdecebro, el paraje de Caparrates y la carretera de Valencia. Formado por varias posiciones defensivas aisladas que vigilaban los puntos más destacados del campo republicano, la mayoría de estas posiciones eran trincheras reforzadas con sacos terreros o parapetos de piedra, además de las habituales chabolas para la tropa.
Excepcionalmente, frente a Valdecebro, los defensores de Teruel habían construido un pequeño fortín con gruesas paredes de hormigón y ladrillo, cubierto con una plancha de hormigón que debió estar soportada por raíles de ferrocarril. Con su acceso posterior al que se accedía por una trinchera que comunicaba con la línea principal, la construcción se encuentra actualmente muy deteriorada, conservándose parte de sus paredes, en las que se aprecian algunas troneras para los tiradores, así como algunos fragmentos de su cubierta.

40°20’46.8″N 1°03’43.3″W

Villarquemado

Trincheras, en proceso de restauración, 2018, objetivo recuperar parte de las trincheras, porque hay muchas y hacerlas visitables. Unas trincheras que están ahora enrunadas por efecto del tiempo y no se pueden apreciar” Las trincheras de Villarquemado, una zona que fue ocupada por el ejército republicano y el ejército sublevado, se encuentran en el monte, uno de los montes es el cerro Montero.

Villalba

La posición de Los Yesares está formada por una línea de trincheras, prácticamente enterradas, que discurre desde el otro lado del camino que lleva a Corbalán hasta la cota 1.096, más próxima al río. Estas cotas, disputadas durante la ofensiva del Alfambra, sirvieron de cabeza de puente para la fase final de la batalla, desde donde partiría la 13 División para escalar las alturas que llevan a la carretera de Cantavieja.
El deterioro de la línea viene marcada por la limitada actuación que tuvo este escenario en el contexto de la batalla, lo que hizo que las fortificaciones fueran muy precarias, y por la pobreza del terreno, fácilmente erosionable por la acción de los elementos naturales.
No obstante, la visita a este lugar resulta imprescindible para la comprensión de este hecho puntual en el devenir de la batalla. Para ello, cualquier punto de estas alturas es válido, aunque merece el esfuerzo ascender hasta la cota máxima, en la que también se conservan algunas posiciones defensivas.

40°21’18.9″N 1°00’41.6″W

Cerro del Pericón.
En el camino que desciende desde el Corral del Campo, cota 1205, en su día fuertemente fortificada por las tropas gubernamentales, hasta el valle del Alfambra, se interpone un promontorio alargado que va desde el barranco de la Cordillera hasta el barranco de los Balsones. En su cresta se abrió una trinchera, con algunos puntos más densamente fortificados, para prevenir un posible ataque desde la parte alta, una vez tomadas por las tropas nacionales las posiciones de los Altos de Celadas y las alturas que se sitúan a su espalda, Los Navajos y Las Pedrizas.
En la ladera que da vistas al valle se concentran multitud de abrigos para el resguardo de los combatientes, aprovechando las formaciones rocosas en algunos casos, o excavando pequeñas cuevas en otros.
Al otro lado del camino, en el espolón que se orienta hacia el norte, las fortificaciones se limitan a algunas pequeñas trincheras, prácticamente enterradas, y a los restos de chabolas, de las que apenas se conservan alguna pared de piedra totalmente derruida.

40°25’58.9″N 1°05’57.3″W

Alto de Celadas.
La cota 1.177, conocida como el Alto de las Celadas, era el punto más alto de la línea republicana que ascendía desde El Muletón. Desde allí, la línea hacía un quiebro y se dirigía hacia la Losilla pasando por la cota 1205.
El largo tiempo que estas alturas habían estado en posesión de las fuerzas gubernamentales, propiciaría la formación de una línea sólida, con una trinchera profunda culminada con parapetos de piedra y sacos terreros. Las trincheras se completarían con refugios para tropa en la parte alta y posterior de la cota y con algún refugio subterráneo, hoy en estado ruinoso.
En la línea se construyeron algunos nidos de ametralladora excavados sobre el terreno y reforzados con piedra y sacos terreros, no existiendo obras de hormigón armado que proporcionaran una especial fortaleza al conjunto defensivo. Delante de la línea se colocaron piquetas con alambradas para dificultar el asalto de la infantería.
Otro elemento presente en la cota es la huella de los embudos originados por las explosiones de los proyectiles y de las bombas de aviación.

40°25’05.4″N 1°07’27.6″W

Villaespesa

Formó parte del cerco de protección en la primera línea de guerra desde su inicio, usándose como punto defensivo por el ejército nacional en el levantamiento de 1936.
De gran importancia durante las contiendas, fue punto avanzado para la defensa tanto de los ataques dirigidos desde el suroeste “carretera Cuenca”, como al sureste “carretera de Valencia” y de las ofensivas dirigidas al camino natural entre Villaspesa y Castralvo.
La posición del monte conocido como Vértice Galiana, sobre la población de Villaspesa, formaba parte del sistema defensivo organizado por los sublevados en torno a Teruel. Su importancia estratégica, controlando el curso del río Turia, hizo que fuera objetivo durante la ofensiva republicana sobre Teruel.
Cueva de la ametralladora.
Vértice Galiana.
Las obras de fortificación fueron llevadas a cabo por unidades de la 87 Brigada republicana, que se conservan en buen estado. La cueva, formada por una estructura semicircular camuflada en la pared del cerro, tiene su acceso por la parte trasera, a través de un ramal de trinchera. Junto a ella se encuentra el acceso al refugio construido en un abrigo rocoso. En una de las paredes, al lado de la puerta, se contempla la imagen de un barco y una firma que recuerda la autoría de esta obra defensiva, además la mirilla tiene en su base de cemento la consigna “NO PASARÁN”, y la firma es de U.H.P. (Uníos Hermanos Proletarios). Su principal función era de observatorio, aunque también se usó como puesto de tiro.

Desde Villaspesa, en dirección por la carretera a Aldehuela, al llegar a unas casetas de cazadores se toma el camino de la derecha, en el primer cruce de nuevo a la derecha, en el siguiente cruce tomamos el camino de la izquierda haciendo un giro de casi 180 grados pudiendo llegar hasta la cumbre, aquí podemos dejar el coche y seguir caminando hasta la cueva. El camino puede no encontrarse en buen estado y es recomendable hacerlo en todoterreno.
Se pueden encontrar otros restos en la zona conocida La Muela del Barrio, dirección carretera Cubla, donde existe una posición elevada sobre el pueblo con trincheras excavadas en conglomerado y una cueva con doble entrada. Otra zona se conoce como Las Alvarizas dirección carretera Aldehuela con restos de trincheras, refugios y restos de batalla.

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Villel

La importancia de la situación estratégica hizo que fuera un lugar de continuos ataques, concentración de soldados y vía de escape. En un primer momento fue republicano hasta la ofensiva de Valencia que lo tomaron las tropas franquistas.
Villel fue ocupada por columnas procedentes de Cuenca en Agosto de 1936, siendo un centro importante de concentración de fuerzas para los republicanos, teniendo también una doble función defensiva; por un lado, para prevenir avances y por otro como plataforma para ataques.
Muestra de ellos son los numerosos restos que se encuentran en sus alrededores, en los parajes conocidos como La Serretilla, Cerro La Horca y El Plano. Por su accesibilidad y conservación se destacan las distintas posiciones de El Plano.
Fortines del Plano.
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Trincheras y Refugio.
En la parte alta del cerro, hay un recinto de trincheras erosionadas, que bordean toda la loma. Tomando como referencia el pueblo, en la cara posterior de la loma y en la línea de trincheras, se encuentra el acceso a una pequeña cueva que seguramente sirvió como refugio.
Desde Villel, se toma el camino que lleva al Santuario de la Fuensanta, veremos una señal de dirección del viento (manga de viento) donde hay una bifurcación de caminos, allí tomaremos el camino de la izquierda abandonando el de la Fuensanta. Lo continuamos, pasando el punto limpio hasta que lleguemos a la escombrera. Una vez allí se aparca el coche y se continúa a pie ascendiendo la loma para llegar a la posición.

Nido de ametralladoras.
Se trata de un fortín con función de nido de ametralladora de hormigón armado, con cimientos de forma poligonal original. Se levanta una bóveda semiesférica con un apuntamiento hacia el exterior, su acceso es a través de una pequeña puerta situada al noroeste. En su interior observamos una inscripción con la fecha 1938. En dirección norte se abren dos aspilleras de tiro.
Por el camino de la Fuensanta, desde Villel recorremos aproximadamente 1,5 km, giramos a la izquierda, pasamos el helipuerto (losa de cemento pintada con una “H”); seguimos el sendero de la Vera Cruz, dejando atrás los criadores de animales llegamos a la rambla, dónde se encuentra el nido de ametralladoras a la izquierda, al lado del campo de almendros.

En las proximidades del barranco de Juan Sastre, a la derecha del camino una vez que hemos pasado la Fuensanta encontramos la “cueva de los maquis”. Cuentan los habitantes más mayores del municipio, que este barranco sirvió de refugio en la Guerra Civil a las tropas Republicanas, y posteriormente de alojamiento a los maquís, su situación les resultaba cómoda debido a su proximidad al municipio, permitiéndoles bajar por las noches en busca de alimento y permanecer guarecidos durante el día, complicando así a las tropas Nacionales su localización.